sábado, 13 de febrero de 2010

Surrealismo anémico


Un día decidí que no me iba a levantar.. ajá, tal cual.

Fuése lunes comienzo de semana, o martes de responsabilidades; fuése miércoles mitad de semana, o jueves de actividades; fuése viernes último día de la jornada, o sábado inagotable, juro por lo que fuése (fuése lo que fuése) que el domingo, día de levantarse tarde, tampoco iba a preocuparme por saber qué sucedía un 29 de enero, a cierta hora, de ese día, para los minutos que intentase realizarce el borrador de este post en éste blog, -que por las mismas razones de apatía por lo que pudiése en ese momento estar aconteciendo- pudo finalizarce.

Viéndose desde algún punto de vista, que pudiése verse, ésta menuda anécdota era un verdadero mixture de no sé qué. Donde mi cuerpo manifestante natural de voz autóctona e irrepetible, callaba a medida que se acentuaba uno que otro dolor físico, por el eterno descanso y "tranquilidad" que por así llamarle, invadía cada célula de mi cuerpo aturdiendo la presencia de actividad física, mental y emocional.

No tenia huso horario (si es que ello me importáse en esos momentos). Así mismo, sucedía para:

El hambre, pues carecía de éste.
Ir a clases era más difícil que la transformación de plomo/oro.
Voltearme a ver la hora, era igual a ver qué había detrás de aquella montaña.
Leer uno que otro mensaje de texto, significaba descifrar el calendario Maya,
Contestar llamadas, era como hablar un día entero con la maestra de Charlie Brown.
Abrir la cortina, se pintaba como un viacrucis de mil estaciones
Asomarme por la ventana, era como la escena de NO PARPADEAR de la Naranja Mecánica.
Cambiarme de ropa, se me hacía tan innecesario como bañarme.
Recojer platos de comida viejos, era como levantar cadáveres.

ANEMIA: "...Los síntomas que se observan en la anemia aguda se denominan síndrome anémico, e incluyen: debilidad (astenia), palpitaciones y falta de aire (disnea) con el esfuerzo. También puede incluir síntomas propios de otros sistemas, como cardiovascular (taquicardia, disnea de esfuerzo marcada, angor, claudicación intermitente), digestivo (dispepsia, disfagia, anorexia, diarrea) o neuropsiquiátrico, depresión, cambios de carácter como irritabilidad, En la pérdida súbita de sangre (hemorragia aguda) y en particular si es voluminosa (aprox. 2 L o 40% del volumen sanguíneo), predominan los síntomas de inestabilidad vascular por hipotensión, contracción vascular, aparecen los signos del shock hipovolémico, tales como confusión, respiración de Kussmaul, sudoración, y taquicardia". Gracias Wikipedia. Tan lleno de vida.

Ciertamente fueron días donde mi condición física y mental trazaban en mi mente "NADA" y "NO", como respuestas INMEDIATAS e IRREFUTABLES a cualquier obsesiva pregunta que yo mismo me hiciése.

¿Quisiéra comer algo?
¿Qué podría hacer si me levanto?
¿Qué estará pasando afuera?
¿Si sigo durmiendo, qué me producirá ello?
¿Y mi mamá? ¿está acá en la casa?
¿2+2 es igual a?
¿Si el Papa me preguntara algo que le respondería? ¿le respondería?
¿Por qué me duele al respirar?
¿Qué estarán pasando en la TV?
¿Será que enciendo la TV?
¿Por qué no?
...
...
..
.

Yo solo veía sombras que danzaban al ritmo de mi propia risa ilógica que retumbaba el eco frío de mi cuarto, y que solo yo entendía. Un haz de luz que excitaba la puerta, tal cual teenagers que desvivían por penetrarse. Mi boca sufría de resequedad, y mi desierto papilar imploraba apuros torrenciales. Ésto, aunado a los constantes mareos que expirementé en las pocas oportunidades que mi cuerpo me otorgaba para ir al baño, y que por ende, resultaba en un maratón de 3 metros, que yo mismo convertía en cada paso, un centímetro menos de trayecto, por no saber qué mano alzar para aguantarme (con la ayuda de las paredes), debido a incontrolables temblores en mis extremidades a causa de la inquietante taquicardía que azotaba sin cesar, y que veía confundido gracias a el mixture de mucho y poco (bis) que mi cuerpo trataba de coordinar, para finalmente desterrar en un hoyo sin fin, el poco orine que pudiése yo en momentos como ese guardar en mi vejiga. Era obvio que al verme en el espejo me podía transpolar a el set de El Exorcista, y lo único que necesitaba era ejecutar el "truquito" de cabeza a lo Blair, entre internos alaridos, para quizás terminar de sentirme un vulgar monstruo, flaco y sin gracia.

Juro que el frío que corría por mi sangre, por mis venas, por cada cartílago, coyuntura, célula, incluso poros era implacable. El frío pasó de ser un sustantivo a el adjetivo totalmente calificativo de mi stuación, y así mismo invadía mi mente; sin quitarle protagonismo, a el estado obsesivo principal de ésta i/real historia que fué por siempre la Ansiedad. Estaría yo sintiendo miedo, ganas de gritar, de sobrevivir, o de saber por qué todo esto ocurría así como por "arte de magia".

Cabe destacar, que entre confusiones y pérdidas corta de la noción, intentaba ver algúna película On-line, para así distraer las ansias, y entre el repertorio, elegí una película llamada Basic Love a eso de 7am (pues dormía de a ratos) y tardé más viendo la pantalla de mi laptop que viendo la película, pues fue un "sin conteo", el tiempo que me tomó volver a mi realidad y saber que esa historia no me pertenecía, y que debía dar consecución a la hetacombe que entre cuatro paredes desarrollaba sin saber.

Poco a poco, empecé nuevamente a medida que las horas sin control corriésen, a formularme nuevos "por qué" "que pasaría" "podría yo" "tal vez si" "capaz que" en mi mente, que añoraba un Rehab por sobre manera; y que quizás, solo quizás, por afán y valentía podía yo contestarles sin un "NADA" y "NO", para así darle un poco de decisión a la novela que mis actos concebían.

Con el paso de los días, y próximo a enterarme que en un corto plazo, cumpliría 20 años respirando por mi cuenta en esta tierra, fueron cesando las protuberancias emocionales y las yagas mentales que se habían producido en todo éste tiempo. Empecé a darme cuenta que las sombras bailaoras de mi cuarto, era el meneo de la cortina producido por el ritmo que traía consigo el viento y la movía. Por otro lado, el tic-toc del reloj, dejaba de ser una onomatopeya ausente, y convertirse en una hilaridad sónica que producía melodías reflexivas del tiempo y sus consecuencias. El frío, parecía involucrarse con el diminuto haz de luz que cruzaba por las rendijas de la puerta, desapareciendo gracias a mutuos estímulos, uniéndose al ritual de las sombras, y al son guapachoso del Tic Tac que aumentaba cada vez más, sin parar.

Se sentía extraño el hecho de poder resucitar de la fantasiosa agonía que parecía estar sumergido sin poder respirar. Cada vez era menos el temor que paralizaba y desvariaba la capacidad de decidir entre: terminar de abrir la ventana o permitirle su estática presencia, por donde se escurría el poco viento que entraba.

Fuése lo que fuése, que estuviése sucediendo, se sentía de maravilla donarle a quien consideraba ser en su momento un dagnificado de mi propio mundo, un ambiente ameno para poder levantarse de la huella que había sin culpa alguna tallado en la cama.

Ahora todo cambió y se siente el fresco aire, que correo libremente a través de una ventana despejada. En una cama que me suelta cuando debe hacerlo, y me acoje cuando de ella necesito. Ahora me doy cuenta que "tal cual un día decidí que no me iba a levantar.." así como otro día decidí hacerlo.. Fuése lo que fuése, que hubiese sucedido, acá estoy redactando lo que en su momento se veía como un principio anémico, pero más aún la locura que entre paredes viví por perderme entre el surrealismos y locomías...